Cuentan.. que en un pequeño pueblo, hace ya muchos, muchos años, vivía una ancianita muy dulce y creyente. Todos los días iba a la parroquia y oraba. Un día sorprendió al cura del pueblo diciéndole: "Padre, padre... he visto a Dios y hablé con El". El sacerdote la miró con pena, pensando que la pobre anciana estaba mal, y no le prestaba atención. Casi todos los días la anciana iba a la parroquia y le repetía lo mismo al sacerdote. "Padre, padre... he visto a Dios y hablé con El". Un día el cura cansado de escuchar a la pobre anciana, le dijo: "Muy bien... de acuerdo.. sólo quiero pedirle algo.. si es tan amable, cuando vea a Dios podría preguntarle por mis pecados??.. .- Por supuesto.- repondió la dulce viejecita.
A lo pocos días, la dulce señora volvió a ver al cura. Y éste le preguntó: Qué tal señora? Vio Vd a Dios?
.- Si, padre.
.-Le preguntó por mis pecados?
.-si, padre.
.-Y que le respondió?
Que El no los recuerda.
Ese es el lenguaje del AMOR¡
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